lunes, 11 de abril de 2011

Tipos de disciplina

El comportamiento de dos alumnos puede ser el mismo, aunque, por otra parte, la actitud disciplinaria de ambos puede ser muy diversa. Esto ocurre porque la verdadera medida de la disciplina es interior y no exterior, se da por dentro y no por fuera. Lamentablemente, estamos acostumbrados a juzgar la disciplina por fuera, sin tomar en cuenta la actitud interior del alumno.
Podemos decir que hay cuatro tipos de disciplina: exterior, interior, pasiva y activa.

1. DISCIPLINA EXTERIOR. Es la que apela a la coacción, a la violencia y a las amenazas. Es común, en este caso, que los alumnos quietos, bajo coaccción, "estallen en una verdadera explosión" cuando se aleja la fuerza coaccionadora. Resulta fácil observar que las carteras y objetos de los cursos sometidos a la coacción están mutilados, ya por las uñas, ya por un cortaplumas, en una auténtica "venganza sublimada" de los alumnos.
Tambien debe señalarse el hecho de que no haya "barullo".
Nuestras escuelas secundarias han abusado de esta forma de disciplina: mano de hierro y represalias para contener al alumno, a fin de llevarlo a escuchar "las arengas" del profesor, que hace caso omiso de las necesidades auténticas de los educandos.

2. DISCIPLINA INTERIOR. Es la que resuelta de la modificación del comportamiento de la comprensión y conciencia de lo que cada uno debe hacer. Este tipo de disciplina es fruto de la persuasión y respeto por el alumno. La disciplina interior refleja un comportamiento, que siempre es el mismo, cerca o lejos del profesor, porque estriba en los buenos habitos.












3. DISCIPLINA PASIVA. Es la forma de apreciar la disciplina con relación al "barullo". En este caso, hacer "barulla" es señal de la indisciplina. Nada nos garantiza, sin embargo que un curso en total silencio esté realmente disciplinado, o que esté aprendiendo, bebiendo el saber del maestro. Es posible-y a cada instante lo estamos comprobando- que el alumno en silencio esté lejos de la sala de clase, realizando diabluras con la imaginación, esto es, que esté presente sólo cn el cuerpo y que su espíritu esté bien distante de alli. En consecuencia, el silencio de la clase, casi siempre logrado por la coacción, no es sintoma seguro de auténtica discippina.

4. DISCIPLINA ACTIVA. Es la forma de apreciar la disciplina, ya no por el "barullo", sino por el trabajo realizado, por la aplicación, por el interés y por la integración en el quehacer escolar. Es probable que en realización de tal o cual clase en que se encuentran empeñados, con entusiasmo, el profesor y los alumnos, no haya mucho silencio, pero no se puede decir que no exista disciplina. Por el contrario, puede decirse que el curso está viviendo la auténtica disciplina, que es la que congrega voluntades y esfuerzos para la realización de determinada tarea.
Sería conveniente que el profesor se convenciera de que la indisciplina tiene una causa. Es más eficiente y humano investigador las causas, a fin de intentar modificarlas, que usar recursos de coacción para obtener la actitud deseble en el alumno.

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